Generalmente, sobre todo en España, las personas son algo reticentes a pagar por servicios. Esto ocurre con la TV paga, de la que apenas se echa manos, y además se demuestra con los altos índices de piratería, que permiten ahorrar en productos de cine o de música. Por supuesto, no se debe mirar tanto a los consumidores como al formato del mercado existente, obsoleto ante el avance de tecnologías nuevas.
Si embargo hay gastos que si son obligatorios y están relacionados al ámbito de la vida privada de los ciudadanos, como así también en el desarrollo de actividades profesionales. Una de ellas es la contratación de seguro obligatorio, pues responden no solo a la seguridad de uno sino también a la de terceros. En el caso de los seguros del auto esto es obligatorio en la mayoría del de los países del 1er y 3er mundo.
El manejo de un automóvil supone un riesgo para uno mismo y además para el resto de los conductores, pues cualquiera puede verse involucrado en un accidente de responsabilidad ajena o propia. Lo mismo hace que el seguro del automóvil sea totalmente obligatoria, sucede con otras actividades de riesgo también.
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